Descripción
En los almendros resguardados, repletos de flores con pompas transparentes flotando entre ellos, los bailarines convertirán sus cortezas en extraños y sorprendentes vestidos moldeados con mágicos movimientos. Tras pasear entre flores -suspiros asegurados por la belleza del campo- el divertimento musical: composiciones ya muy populares de antes y quizás de ahora, convertidas en algo más que un refresco para los oídos. En silencio, tras andar el camino, todo sonará a gloria. Y flores. Flores. Y más flores. Entre ellas, máscaras blancas. Será un jardín diminuto que se sueñe más allá de la vista. Es invierno y, por ello, el invernadero es el lugar perfecto para un breve concierto que anunciará que se acerca la primavera con un especial cuarteto de cuerdas. Y otra vez flores, flores y más flores. Y tras un nuevo paseo, en la pista de tenis, la fiesta. ¿Quizás con sorpresa incluida? ¿Quizás saltando a la pista de baile? ¿Quizás soltánd