Descripción
Una experiencia única, dirigida a todo tipo de público, que establece un diálogo íntimo con la naturaleza del jardín mediante intervenciones corporales y escenográficas en torno a los almendros que forman parte fundamental del paisaje de la Quinta de los Molinos. Seguir los recorridos tras la diversidad de los colores que se dispersan por el parque permite descubrir cuerpos como plantas que dialogan en contacto buscando su equilibrio, aves que vuelan hasta secretos rincones de reposo donde comparten los frutos del almendro, molinos silenciosos que dibujan formas en el aire y sonidos que viajan por caminos que desembocan en un paisaje donde construir un refugio brillante y etéreo, una Quinta Dorada en la que celebrar la cosecha.