Sinopsis
Entre una lluvia de papeles rojos, piruletas con forma de corazón, inciensos y hasta un gallo enloquecido, el teatro mágico de Pedroche se alza contra el quebrantamiento de la voluntad en esta crítica al buenismo y lo políticamente correcto. Golpes violentos y toques de humor se entremezclan para presentarnos diversas situaciones en las que resulta imposible identificar el momento exacto en el que termina la broma y comienza el conflicto. Y es que el salvajismo y lo humanamente primario continúan representando una constante en el repertorio de una coreógrafa dispuesta a escarbar entre los recovecos más obturados de lo instintivo.
Ataviados con sus pantalones vaqueros, los trece intérpretes que integran La invención de la realidad (sin contar a Pedroche, que sería una de las encargadas de abrir la pieza) ruedan, saltan, se huelen y hasta se golpean entre ellos ofreciendo una marabunta de escenas simultáneas que tarde o temprano terminan conectando entre sí.