Descripción
El cuerpo y la tierra estrechan sus lazos en un espectáculo de danza y música que nos transporta a la dura belleza de las labores del campo. La mujer en el centro de esta conexión telúrica; día y noche, jornada tras jornada repetida en una sucesión inagotable de estaciones. El sol y la lluvia, el viento helado, crudos paisajes de intemperie habitados únicamente por una coreografía humana de aperos de labranza, de cuerpos que cargan y arrastran, que danzan entre los surcos arados en la tierra. Pero Leira es también la sencilla alegría del trabajo hecho con las manos, con la valentía del cuerpo a cuerpo, la celebración de una Galicia intemporal y mágica.