Descripción
En el mundo del retoque, ambos artistas se unen para hacer una pieza donde no haya ningún artificio, solo su presencia, sus disciplinas y la comunicación que surge entre ambas. La reflexión se cuela entre el humor de la forma y lo serio del contenido. En este particular Paso a Dos, el diálogo y las reflexiones las pone el espectador, pero ya es hora de poner a este, si así lo desea, en una situación que no sepa controlar desde su llegada al teatro. El mirón también tendrá que jugar. Hay muchas maneras de jugar y ser jugado, y Pas de Deux coloca al espectador en una posición de sorpresa sin escapatoria. El objetivo es desconcertarlo para que nunca sepa qué va a pasar, justamente porque esta pieza, a través del juego, te cambia el eje, el centro de gravedad e incluso el color. En tiempos donde se intenta atacar a la convivencia, el arte contrataca con una propuesta donde brilla el respeto y las ganas de nutrirnos de lo que nos ofrece la persona que tenemos al lado.