Descripción
En un atardecer de invierno, una niña regresaba a su casa. Pero el frío y el viento se lo impedían sin aliento. Desde bien arriba, alguien la observaba. ¡Es el hijo del sol! encargado del cambio de estación. Rápidamente bajó a ayudarla y, generosamente, con una flor obsequiarla. ¡Pero gran sorpresa la suya! Cuando observó, que por culpa del tiempo, no lo consiguió. Moraleja: ¡¡Por mucho que las cosas cuesten trabajo, no hay que venirse abajo!!
Fechas
- 22/01/2025 - 17:00