About the project
La danza que busco descubre las heridas históricas, las confronta sin miedo con el presente y las ofrece al futuro. Un cuerpo que se resiste a “lo actual”, a sus ficciones, a su verosimilitud, un cuerpo atravesado por el tiempo, que se niega a asimilar identidad con producción, que se niega a creer en la opinión como elemento de transformación personal, política o social.
La danza que busco rechaza la concepción del cuerpo como soporte de lo individual, anecdótico, sentimental. Reivindica su capacidad para encarnar una voz colectiva.
La danza que busco es parte del folclore: la expresión más salvaje y profunda de los cuerpos. Independiente de las modas y de la dictadura del presente, capaz de mantener una fisicidad crítica con la historia.
No me interesa el folclore como producto acabado, estilizado, esquemático. El folclore se abre en nuestros cuerpos como una herida cada vez que bailamos. Es dinámico, está vivo. Se transforma en nosotros, es nosotros.